Pasado, presente y futuro

El pasado de este Festival es lo que le da la legitimidad e idoneidad actual. La solera de haber sido durante años y de un modo real puerta de entrada, de promoción de la industria cinematográfica latinoamericana en Europa y, por extensión, en el mundo, le da a este evento la categoría y razón de ser que actualmente tiene.

Tenemos que añadirle algo que incluso se puede tomar por anecdótico, como es la salida de Cristóbal Colón del Puerto de Palos para descubrir el entonces Nuevo Mundo. Y lo que no es anecdótico, como es el espíritu americanista de la ciudad y la provincia de Huelva y las relaciones que mantiene con los países de ultramar.

El presente es el fruto de una profunda readaptación a las circunstancias económicas y sociales actuales, y dentro de la gran oferta de eventos cinematográficos a nivel mundial.

Pero el presente también es crisis y por ello quisiera alertar de que hay una línea de pensamiento que ve la cultura como un dispendio sin interés en estas épocas, como el adorno o la guarnición del plato, en lugar de verla como lo que es: uno de los pilares de la sociedad con tanta importancia como cualquier otro.

La cultura contiene los sentimientos, la sabiduría, la información y el tiempo de los pueblos que la generan. Su transmisión nos hace universales, su acumulación es medida de riqueza y su difusión es medida de poder. El acceso a la cultura y propiciar su generación determina la calidad de vida de los ciudadanos.

Además, el Festival genera progreso en la ciudad y en el territorio, moviliza la economía local, deja riqueza y desarrollo en gestiones y en facturación de la industria y de los profesionales locales; y lo que es más importante aún, sitúa a Huelva en el mapa para muchos miles de personas, y lo hace en positivo y arrojando calidad a esta provincia que no cuenta con muchas señas de identidad tan internacionales, claras y prestigiosas como el Festival de Cine Iberoamericano.

Y el futuro pasa por hacernos valer en las decisiones y voluntades de la gran política que sitúen este acontecimiento dentro de las estrategias conjuntas y trasversales en relación a los países latinoamericanos, y también por la financiación que se enriquezca de nuevas fórmulas y de la participación de grandes corporaciones y empresas multinacionales con intereses en el ámbito que manejamos.

Del pasado, orgullosos; del presente, resistiendo y buscando la mayor utilidad para nuestro objetivos; y del futuro, esperanzados y trabajando para adaptarnos a los nuevos valores y a las nuevas estructuras económicas y sociales.

Disfruten de un buen festival… merece mucho la pena.